Ecológico desde el principio
En la segunda parte de la serie Fábricas sostenibles, detallamos los pasos que pueden dar los fabricantes para construir y administrar fábricas reduciendo al máximo su impacto sobre el medio ambiente
¿Cómo diseñar una fábrica más eficiente desde todos los ángulos? Una fábrica que admita una cadena de abastecimiento más ágil en general en la que pueda producir más mercaderías de alta calidad, y con más rapidez, reduciendo al mismo tiempo el impacto ambiental.
Es posible: con una fábrica sostenible. Sin embargo, hay que dar varios pasos para llegar. Es esencial comenzar con la propia planta de la fábrica. Se debe a que, para ser verdaderamente sostenible, también debe considerar el ambiente que lo rodea, lo que implica garantizar que la construcción se lleve a cabo provocando el menor impacto posible.
Esto incluye reducir la contaminación durante la construcción o renovación, asegurándose de que el proyecto proteja y preserve el hábitat y los recursos naturales que lo rodean. También significa asegurarse de que sus planes incluyan un sistema de drenaje pluvial, tanto para mejorar la infiltración en el lugar como para reducir el impacto sobre los sistemas naturales de agua.
La atención se centra en la energía renovable
Sin embargo, esto es solo el comienzo. La creciente asociación entre energía renovable y la industria 4.0 también cumple una función vital. Así, debido a que las aplicaciones de calefacción y refrigeración industriales representan gran parte del consumo global de energía, echar mano de la internet industrial de las cosas (IIoT) para producir sistemas más eficientes desde el punto de vista energético tiene un papel protagónico a la hora de ayudar a los fabricantes a cambiar por un modelo de fábrica sostenible.
Para algunos fabricantes, esto implicó usar electricidad generada a partir de fuentes de energía renovable para suministrar calor. Conocido como “calor a partir de fuentes renovables”, esto requiere que los fabricantes, por ejemplo, introduzcan el uso de calderas eléctricas en sus fábricas, las que son capaces de calentar agua para ser usada en la calefacción de ambientes.
También podría significar cambiar a bombas térmicas, las que son capaces de transferir calor a las fábricas usando fuentes naturales tales como aire, agua y la tierra. Ya aparecen señales claras que apuntan hacia la adopción en todo el mundo de la última opción: según IRENA, se prevé que las bombas térmicas suministren el 27 % de la demanda de calor de la industria de la construcción para el año 2050.
El potencial de la biomasa
También existen otras fuentes. Dentro de las fuentes de energía renovable, la biomasa, que puede provenir de madera, paja, estiércol e incluso algas, guarda un gran potencial. No obstante, es posible que las industrias enfrenten desafíos para hallar fuentes de biomasa de origen sostenible y de bajo costo. Un modo de limitar el impacto ambiental de la biomasa, la que produce CO2 al quemarse, es replantar árboles. En este punto, también es importante observar que el CO2 producido a partir de la biomasa ya es parte del ciclo natural del carbono del planeta, lo que se contrapone al CO2 producido por los combustibles fósiles.
Reacción en cadena
Aparte de las fuentes de energía renovable, los fabricantes también pueden introducir cambios en un nivel más inmediato. Si observamos los fabricantes de alimentos y bebidas, esto podría significar trabajar exclusivamente con proveedores que también sean sostenibles. Además podría significar construir fábricas con materiales amigables con el medio ambiente, actualizando las recetas para eliminar los ingredientes no sostenibles, e introduciendo prácticas de limpieza amigables con el medio ambiente, entre muchas otras medidas.
Un buen ejemplo de esto es Clif Bar & Company. En 2016, esta empresa abrió una panadería que incorpora la sostenibilidad en cada etapa: paredes hechas de madera de graneros reciclada y piedra natural, torres de refrigeración híbridas, iluminación LED y una bomba térmica con fuente de agua. Y todo eso además de asegurase de que la panadería siguiera un diseño biofílico en general, lo que significa que se diseñó para hacer que los empleados se sientan más cerca de la naturaleza.
Trabajo ecológico en equipo
Ante tanto potencial disponible, los productores de alimentos y bebidas necesitan buscar socios que cuenten con experiencia en soluciones sostenibles. En SIG, nunca dejamos de trabajar en maneras de convertir nuestras instalaciones en lugares más sostenibles, y los resultados comienzan a hacerse evidentes. Por ejemplo, nuestro centro Asia-Pacific Tech Centre en Suzhou, China, construido en 2019. Con techos de paneles solares, instalaciones sanitarias de bajo flujo, reutilización de aguas residuales y recolección de agua de lluvia, el centro representa un ejemplo claro de nuestra capacidad de ayudar a los productores a transformar sus fábricas desde las raíces para hacerlas funcionar de un modo más sostenible. Como resultado de nuestro trabajo aquí, el centro es apenas la novena empresa industrial de China con instalaciones de producción en recibir la certificación LEED Platinum. Habiendo logrado un total de 83 puntos, el centro obtuvo la segunda puntuación más alta del país.
Tomando en cuenta todos los pasos que se requiere dar, la próxima pregunta que necesitamos hacer es cómo los productores se aseguran de que dichos pasos se implementen correctamente. Y eso implica considerar la optimización de recursos. Cómo están mejorando los productores de alimentos y bebidas el modo en que aprovechan los recursos de trabajo y de otra naturaleza y si esto puede derivar en fábricas más sostenibles. Además, ¿qué desafíos se deben superara para optimizar dichos recursos y cómo puede colaborar SIG? Descúbralo en tercera parte de la serie.
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- marzo 03, 2021