Decodificación de materiales de envasado
El envasado es indispensable en el panorama actual de la venta minorista de alimentos y bebidas. A pesar de las preocupaciones medioambientales que genera, un envase adecuado facilita las cosas y cumple múltiples funciones: desde garantizar que el producto que contiene es seguro y está protegido, hasta preservar la calidad del alimento o la bebida y promover el reconocimiento de la marca.
El polifacético tema del envasado va más allá de tamaños, formas y formatos, y se centra en un aspecto clave: el material primario que se utiliza para crear el envase. ¿Cuáles son los materiales más utilizados en el envasado de alimentos y bebidas? ¿Qué hay detrás de su popularidad y cuáles son los pros y los contras de cada material?
Papel y cartón
El papel se ha utilizado como envase durante siglos, y ahora las variedades, como los papeles kraft y sulfito, son populares para envasar alimentos secos. Aunque el cartón es un material más reciente, es ampliamente conocido por su versatilidad, resistencia y sostenibilidad. Disponible en distintos grados, el cartón se utiliza para una gran variedad de productos, desde cereales hasta lácteos. También el cartón para líquidos, una variante, se utiliza comúnmente para envases asépticos de larga duración.
Plásticos
Es difícil imaginar que hace unos 100 años el plástico no formaba parte del paisaje de los envases. Hoy en día, ningún debate sobre envases está completo sin la mención de los plásticos, el más joven de todos los materiales. Los materiales poliméricos pueden moldearse en distintas formas, como botellas, vasos, tapas y láminas flexibles, y ofrecen versatilidad y durabilidad. Aunque los plásticos pueden reciclarse, plantean un reto medioambiental cuando se desechan de forma inadecuada. El plástico, incluido el bioplástico, es un material complejo que idealmente debe utilizarse con prudencia.
Vidrio
El vidrio, un material atemporal que se remonta al año 1500 a.C., se utiliza para envasar alimentos y bebidas desde hace más de 200 años. Este material totalmente reciclable sigue siendo muy popular por su apariencia de primera calidad y sus características no reactivas. Sin embargo, la huella de carbono de los envases de vidrio puede aumentar si tenemos en cuenta las emisiones derivadas de la fabricación y el transporte, además del desperdicio resultante de las roturas.
Metal
El uso del metal en los envases de alimentos y bebidas ha evolucionado a lo largo de dos siglos: desde la primera lata de hierro recubierta patentada a principios del siglo XIX hasta el omnipresente envase de aluminio que prevalece hoy en día. La capacidad de protección de barrera del aluminio, junto con su reciclabilidad al 100%, lo convierten en un material de envasado muy popular. Sin embargo, el importante impacto ambiental de la extracción de aluminio hace que el uso de este material sea un área compleja.
Más allá de lo tradicional
Los materiales mencionados son populares por una razón: han superado la prueba del tiempo, garantizando que los alimentos y bebidas lleguen al consumidor de forma segura durante décadas. Pero hoy en día, cuando la sostenibilidad es una prioridad absoluta y la normativa sobre envases es cada vez más ambiciosa, es vital evaluar cada material en su totalidad a lo largo de su ciclo de vida.
Exploraremos algunos de los materiales en el resto de la serie, yendo más allá de las percepciones comunes. Así que no te pierdas este blog para conocer no sólo los materiales tradicionales, sino también innovaciones como el uso de monomateriales en envases de larga duración, o suscríbete a nuestro exclusivo boletín quincenal para recibir las novedades en tu correo.
- mayo 11, 2023